Al oír la noticia
de la muerte de Emilio Botín me vinieron inmediatamente a la cabeza varias
incógnitas o ideas. La primera era acerca del futuro de mis pocas acciones en
el banco, la segunda fue que no entiendo muy bien ¿cómo se puede morir una
personalidad de ese tamaño y con el mundo bajo sus de la noche a la mañana?, y
así que me acuerde ahora, si sería capaz la súper casta de ricos del planeta de
elegir como sucesora a una mujer, más bien por la parte del accionariado
español casposo…
Bueno, pues a
estas alturas del día, no es que esté para tirar cohetes, pero me alegra mucho
que se reconozca a una mujer híper preparada su capacidad para gobernar
semejante buque. Otra cosa será el rumbo personal que le dé, y que pienso, por
su experiencia, más atrevido en el asunto de la banca de inversión:
¿Problemas...?
Por el momento los
mercados andan intranquilos en general, aunque una vez superada la
incertidumbre de la elección, espero que siga con la tendencia alcista del año.
Ya tenemos claro
que los ricos también estiran la pata, pero lo que no entendemos muy bien
todavía es el afán de amasar pasta que no te puedes llevar al más allá.
Mi más sentido y
sincero pésame a su familia y amigos, entre los que no me incluyo, y tampoco me
importa.
Ana Patricia Botín, nombrada por unanimidad presidenta del Grupo Santander http://t.co/6nFhNBj5Os
— HARDMAN (@HARDMYSELF) septiembre 11, 2014
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