New York Times Company.
Para los que hemos leído a Milton Friedman ya lo conocemos como propulsor del monetarismo y de sus ideas de libertad total de mercado, sin interferencias externas de ningún tipo.
Por todo ello es fácil entender su forma de pensar acerca de la responsabilidad social aplicada a la empresa privada. Lo primero que se le viene a la cabeza es la fuerte relación que tiene esa corriente con los ideales del pensamiento socialista, y de la intervención del estado en todos los ámbitos de la economía y de la vida en general.
Hay que entender también, que la época en la que está escrito el artículo la dimensión que se le daba a esta corriente tenía algunas connotaciones no del todo similares a lo que se podría entender en la actualidad. O quizá los problemas más graves que soportan el desarrollo de esta nueva filosofía actualmente-como la sostenibilidad ambiental-no centraban todavía su gran impulso actual.
Friedman en su artículo conculca sus teorías generales aplicando la responsabilidad sobre las personas y no sobre las empresas. Para él sólo pueden ser responsables los ejecutivos corporativos, y estos a su vez se deben a sus empleadores, por lo que incurrirían en irresponsabilidad si dedicasen su tiempo y el dinero de los accionistas en otras actividades que no sea el interés por ganar tanto dinero como sea posible. Incluso arremete contra cierta corriente empresarial que apoya esta tendencia tildándolos de “títeres involuntarios de fuerzas intelectuales” y “que socaban la sociedad libre”. Creo que pesa sobre su pensamiento cierta aversión a los procesos de cambio hacia una mejora social general promocionado desde la empresa, ya que esa pérdida de tiempo y dinero es una obligación política del gobierno. Las empresas deben ganar dinero cumpliendo estrictamente las normas aplicables a los mecanismos de mercado y a los negocios, y punto. Es decir de una manera legal y no social.
Esa intromisión social e intelectual de aplicación de la responsabilidad en el desarrollo de los negocios-según Friedman-, pretende que de soluciones a problemas como la inflación y la moderación salarial. Y lo más grave es que pretende enseñarle cómo hacerlo, y generalmente es gastando dinero.
Diferencia entre las grandes empresas y los propietarios particulares, siendo éstos últimos los candidatos a ejercer esta responsabilidad dado que son los dueños de su dinero, y además de la plena libertad de que disponen en su gasto, seguramente aplicarán esta doctrina para encubrir otra serie de acciones.
En la teoría del mercado libre ideal de Friedman es la propiedad privada, no se debe coaccionar a nadie para que coopere o realice funciones extras para el grupo o sociedad, es el individualismo total. Los fines colectivistas se pueden alcanzar desde el individualismo, sin la aplicación de medios colectivistas, doctrina que se acerca a la subversiva doctrina de “la responsabilidad social”.
Para el pensador, en una sociedad libre, “existe una y sólo una responsabilidad social de la empresa: utilizar sus recursos y comprometerse en actividades diseñadas para incrementar sus beneficios en la medida en que permanezca dentro de las reglas del juego; es decir, comprometerse en una competencia abierta y libre sin engaño o fraude”.
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