Cuando
discuto con una mujer, en principio intento ponerme a su altura, pero pasados
unos segundos ya estoy intentando huir…Las mujeres son capaces de discutir
sobre los temas más variados que puedas imaginar. Los hombres y los animales
siempre discutimos por lo mismo. Todo es más fácil para nosotros si seguimos a
Edgar Morin en su Introducción al pensamiento complejo(2000), del que extraemos
una frase necesaria para sobrevivir: “Lo simple no existe, sólo existe lo
simplificado”.
En general, y salvo raras
excepciones.
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