No lo conocía, pero acabo de
descubrir a un iluminado intelectual,
tan atrevido como para criticar a la “ingente chusma cateta que se relaja en
las redes sociales hablando de lo que le sale de los cojones”. Creo que es, o
se lo quiere hacer, un snob, criticando las conversaciones que usa la masa para
relajarse o para comunicar sus logros personales (aunque no puedan estudiar en
la universidad y provengan de la humilde tarea de cocinar), pensando, creo yo,
que el periódico en el que escribe no lo van a leer (no tienen esa categoría).
“Correr en silencio”, tiene huevos,
parece una frase sacada de un colegio de frailes. Este joven debe saber que hay
mucho personal trastornado por los avatares de esta puñetera sociedad y
economía global, que gracias al deporte y a otras distracciones van superando
su crisis personal. Y ya de paso, igual que lo hace él, ¿no tienen derecho a
contarlo?
Se instala otra vez la tiranía
subliminal de la dictadura de los medios de comunicación. Gracias a las redes
sociales podemos combatir gratuitamente estas corrientes y pensamientos que no
hacen ni puñetera falta, siempre que no estemos en países como China…
Esto suele ser así en general y
salvo raras ocasiones.
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